Genio. Esta es la palabra que describe el arquitecto mexicano Javier Senosiain. Hace mucho tiempo que no ojeaba una obra tan original, precursora del futuro. El mundo está reorganizándose en comunidades, y esas comunidades sostenibles serán construidas de arquitecturas con lenguajes particulares, inspiradas en la naturaleza. Este rumbo que sigue el trabajo de este mexicano. Después del modernismo cuadrado de Corbusier, del modernismo curvo de Niemeyer, la organicidad de Senosiain. Curvas y al mismo tiempo imprevisibles y armónicas, vitrales coloridos, vegetación entre otros cómodos… Todo es espontáneo como la naturaleza.
Una concha. Ese fue uno de los temas elegidos por el arquitecto para construir una casa inspirada en una animal. El nautilus, Este animal marino posee formato de su concha con la ecuación logarítmica, derivada de un cuadrado áureo de Pitágoras. Las formas son harmoniosas en su todo y es diferente de las líneas rectas del modernismo y da discontinuidad caótica del pos-modernismo, como vemos en las obras de Frank O´Gery, hay una sensación de paz y continuidad en sus ambientes.
Y un futuro que no mira el pasado, pero para el presente en constante mutación. En ese sentido es atemporal, pues acompaña la evolución de la naturaleza. En las obras de Javier no existe una unión inconciente de forma y contenido, de estética y funcionalidad. Es como si en la inspiración de la naturaleza estos dos elementos se comportasen como un único..

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